viernes, 26 de noviembre de 2010

Cardenal Burke: Es ‘muy claro’ que se debe rehusar la Comunión a los políticos pro-aborto

por Thaddeus Baklinski

ROMA, 24 de noviembre de 2010 (Notifam) – En vísperas de su elevación al cardenalato el 20 de noviembre, el arzobispo Raymond (ahora cardenal) Burke le dijo a un entrevistador de Radio Vaticana que su postura sobre la negación de la Comunión a los políticos o a las figuras públicas pro-aborto se basa en el “pensamiento centrado en Dios que ha marcado la disciplina de la Iglesia” –justamente que se le debe negar la Santa Comunión a una persona que se mantiene públicamente en situación de pecado grave.


El cardenal Burke habló con Tracey McClure el 19 de noviembre sobre algunos de los desafíos que enfrenta la Iglesia en Estados Unidos.

El cardenal Burke nunca ha dudado en hacer fuertes declaraciones públicas en defensa de la cultura de la vida, por eso es visualizado como un héroe personal y el mejor de los aliados por quienes promueven activamente la educación en la fe católica, al igual que los que participan en los movimientos pro-vida y pro-familia. En forma notable y reiterada, él ha apoyado y defendido la instrucción del cardenal Ratzinger respecto a que no se les debe permitir recibir la Comunión (hasta que se arrepientan públicamente) a los políticos o a las figuras públicas que expresan posturas favorables al aborto.

McClure describió primero a Burke “como un hombre con ideas muy firmes sobre la rectitud moral de los que profesan el catolicismo – ideas que no siempre resultan satisfactorias para todo el mundo – y estoy pensando en algunas de las observaciones que usted hizo sobre los políticos pro-abortos, por ejemplo, los que reciben la Comunión – la Sagrada Eucaristía – en Estados Unidos”. Luego ella le preguntó al cardenal si alguna vez se sintió desanimado porque las personas “no están recibiendo el mensaje”.

“Pienso que es natural sentirse tentado a desanimarse, y yo he padecido esas tentaciones”, respondió el cardenal Burke. “Por ejemplo, sobre la cuestión que si puede recibir la Santa Comunión una persona que pública y obstinadamente defiende el derecho de una mujer a abortar al hijo que lleva en el vientre, me suena como algo muy claro en los 2000 años de tradición de la Iglesia: ella ha afirmado enérgicamente que una persona que está pública y obstinadamente en pecado grave no debe acercarse a recibir la Santa Comunión y, si él o ella lo hace, entonces se le debe negar la Santa Comunión”.

El cardenal Burke explicó que la sanción de rehusar la Comunión a una persona que disiente públicamente de las enseñanzas de la Iglesia tiene por finalidad “evitar que la persona – él o ella – cometa un sacrilegio. En otras palabras, evitar que reciba el Sacramento indignamente, ya que la santidad del Sacramento mismo exige que se debe estar en estado de gracia para recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo”.

“Es desalentador que algunos miembros de la Iglesia digan que no entienden esto o que digan que de alguna manera existe un atenuante para alguien que, aunque está pública y obstinadamente en pecado grave, pueda recibir la Santa Comunión”, dijo el cardenal Burke.

“Lo miro de esta manera”, siguió diciendo. “Esta respuesta por parte de muchos miembros de la Iglesia proviene de la experiencia de vivir en una sociedad que está completamente secularizada, y la idea que está grabada a fuego – el pensamiento centrado en Dios que ha marcada la disciplina de la Iglesia – no es entendida fácilmente por quienes son bombardeados diariamente con una especie de aproximación sin-Dios al mundo y a muchas cuestiones. Es por eso que yo trato de no desanimarme para continuar proclamando el mensaje en una forma que la gente pueda entender”.

El cardenal Burke expresó que comprende la dificultad que enfrentan sus compañeros en el sacerdocio al tratar este tema.

“Es difícil… no ha sido fácil para mí afrontar esta cuestión frente a algunos políticos católicos. Y he tenido a algunos sacerdotes que me hablan y me dicen cuán difícil es cuando ellos tienen individuos en sus parroquias que están en una situación de pecado público y grave… y entonces, ellos miran… al obispo para animarse e inspirarse a afrontar esta situación”.

Sin embargo, el prelado dijo que es necesario predicar este mensaje “a tiempo y destiempo, tanto si es cálidamente recibido o no es recibido, o es resistido o criticado”. Declaró que la postura asumida por él sobre la enseñanza de la Iglesia no es sólo la de “decir la verdad con amor, como afirma la Sagrada Escritura”, sino que “cuando un obispo adopta medidas pastorales apropiadas respecto a este tema, también está ayudando mucho a otros obispos, y también a los sacerdotes”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario