lunes, 15 de noviembre de 2010

El nuevo Obispo de Solsona (España) un sacerdote alegre, dinámico y atrayente

En el contexto de la visita del Papa Benedicto XVI a Cataluña el pasado fin de semana, conocíamos dos días antes de la llegada del Pontífice que éste había nombrado a un joven sacerdote catalán nuevo Obispo de Solsona: mosén Xavier Novell i Gomá. Conocí a Mossèn Novell el pasado verano en Santiago de Compostela. Un nutrido grupo de jóvenes (casi 200) de la Congregación Mariana Mater Salvatoris contamos con su presencia durante ocho días de camino.
Seguramente por entonces él ya sabía que a la vuelta del verano le iban a nombrar Obispo. Sin embargo, no ejerció ningún protagonismo. La Misa diaria del grupo la concelebraba con otro sacerdote, que era quien predicaba. Él se limitaba a realizar una labor sencilla, discreta, callada… Pero, sobre todo, cercana. Era impresionante ver la capacidad que tenía para estar todo el tiempo de conversación con alguien, dedicando muchas horas a escuchar y aconsejar a los jóvenes. En su mirada y en sus gestos se detecta una sólida unión interior con Cristo: todo es disponibilidad, cercanía, voluntad de tener un encuentro profundo con las personas… En medio del camino, eran muchos los que le pidieron confesión: llamaba la atención la convicción profunda con la que administraba el sacramento y la cara de satisfacción que mostraba. Cualquiera diría que la alegría que siente el Corazón de Jesús cada vez que alguien se confiesa la experimentaba él en su propio interior.
En varios momentos de aquel Encuentro de Jóvenes junto a la tumba del Apóstol mantuve conversaciones con él. Es un cura fiel a la doctrina del Magisterio, que se cree lo que es, que vive realmente lo que cree y que no tiene miedo a nada. Resulta asombroso su profundo sentido del humor. En varios momentos hicimos bromas sobre distintos temas. No rehuía ninguno, por incómodo que le resultase. Acepta los errores de la Iglesia en los últimos años, y frente a eso, en vez de lamentarse como muchos, pone su grano de arena como pocos. Él está seguro de que, pese a los errores, Cristo sigue siendo el mismo y la realidad de su Iglesia como Cuerpo Místico sigue gozando en Cristo de la misma belleza de siempre. Esa belleza que sólo los errores humanos ensucian, pero que se puede retomar cada vez que un solo sacerdote o una sola comunidad se atreve a vivir la Iglesia con fidelidad. En esa certidumbre ha entregado su vida de joven con grandes posibilidades. Desde esa certidumbre, va a ser pastor de una Iglesia viva.
El nombramiento ha llegado en el momento más adecuado: Benedicto XVI ha visitado Cataluña y ha dejado nombrado a un Obispo joven, dinámico y atrayente. La apuesta de Benedicto por Cataluña ha sido clara: ha mostrado preferencia por esta tierra para visitarla y para darle al Obispo más joven de España.
De Santiago a Barcelona. Así fue el viaje del Papa. Y así fue como me reencontré con Mossèn Novell. Corría la medianoche del Sábado 6 de Noviembre, y tras la llegada del coche del Papa para la cual nos concentramos miles de jóvenes, estábamos en medio de la calle y zas: aparecieron Monseñor Jaume Traserra y… Mossèn Xavier Novell. El griterío juvenil fue inmenso. Abrazos, vítores y caras de alegría eran la nota en las mismas almas que, tras muchos días de camino y tres meses de vuelta a la vida diaria, se reencontraban con aquel inolvidable sacerdote. Expresamente me dio permiso para publicar las fotos que acompañan a éste artículo. A todo el grupo apenas nos dijo sólo una frase en medio de saludos y sonrisas. Esa frase la quiero transmitir a todos los lectores para que la vivan también ellos. Mossèn Novell dijo: “Rezad mucho por mí”. Sus palabras le definen (es muy humilde y sabe que depende de Dios y de las oraciones de la comunidad) y nos dan la pauta para saber cómo debemos continuar la vida eclesial posterior a la visita del Papa: unidos a los Obispos, rezando por nuestros Obispos.


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