jueves, 6 de enero de 2011

Países rechazan lenguaje de «orientación sexual» en acuerdo con Europa

por Terrence McKeegan   (C-FAM)


A finales de diciembre de 2010, las naciones en desarrollo asestaron un puñetazo a los intentos de la Unión Europea de incorporar la «orientación sexual» en un tratado existente.
Setenta y nueve países de África, el Caribe y las islas del Pacífico enviaron una carta al Parlamento Europeo que es notable por su enérgico reclamo a la Unión Europea para que deje de promover su agenda homosexual en los países en desarrollo.


El tratado en cuestión es un convenio para el progreso económico entre los países en desarrollo –que operan como el Grupo de Países Africanos, Caribeños y del Pacífico (ACP)– y la Unión Europea (UE) que permite a las partes revisar el acuerdo cada un lustro. A comienzos de este año, durante las negociaciones de revisión, la UE pretendió introducir el término «orientación sexual» como categoría protegida contra la discriminación. Esto fue rechazado en reiteradas oportunidades por las naciones en desarrollo y fue suprimido de la versión final del acuerdo sujeto a examen.

El Secretario General de la Asamblea Parlamentaria del ACP envió la carta al Parlamento Europeo a fines de octubre. En ella, el grupo manifiesta que «apela de forma urgente a la Unión Europea para que se abstenga de cualquier intento de imponer sus valores que no son compartidos libremente en el contexto de la Asociación ACP-UE», en referencia al lenguaje de la «orientación sexual» propuesto por la UE.

Asimismo, advierte: «la Asociación puede trabajar y ser absolutamente funcional con el debido respeto a las diferencias sociales y a la diversidad cultural de las dos Partes».

En diciembre, algunos miembros del Parlamento Europeo emitieron una desafiante declaración en respuesta a la carta del ACP, en la que recordaron su apoyo a la inclusión de la orientación sexual en el tratado revisado. La declaración hacía hincapié en que el «principio de la no discriminación... incluso basado en la orientación sexual, no será comprometido en la asociación ACP-UE».

También este mes, el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que la UE recordó a África que esta «es responsable de más de la mitad de la ayuda económica y sigue siendo el socio comercial más importante de África». Más adelante, afirma que la orientación sexual es una categoría protegida contra la discriminación «en todas las acciones conducidas según los términos de diversas asociaciones».

Tan solo la semana pasada, Estados Unidos, con el respaldo de la Unión Europea, reintrodujo el lenguaje de la «orientación sexual» en una resolución de la Asamblea General de la ONU luego de que éste fue rechazado mediante votación en un comité. Según una serie de versiones, se ejerció presión desde las altas esferas para que los países en desarrollo que habían rechazado el término «orientación sexual» en un comienzo modificaran su postura. En la votación final, decenas de países que habían votado en contra o se habían abstenido de apoyar la enmienda estadounidense cambiaron de idea y dieron el sí.

A pesar de que esta resolución de la Asamblea General incluye el término «orientación sexual» desde hace diez años, la expresión no está definida y no se encuentra en ningún tratado internacional vinculante. El fracaso europeo de incorporar este lenguaje en el convenio con el grupo ACP constituye un importante revés para una estrategia jurídica que fue diseñada en 2007 con el propósito de codificar la orientación sexual y la identidad de género en acuerdos jurídicos internacionales.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano

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