miércoles, 30 de marzo de 2011

Urge decir sí al bien y no al mal, dice el Papa en visita a fosas de masacre nazi


VATICANO, 27 Mar. 11 (ACI/EWTN Noticias).-En su visita esta mañana a las Fosas Ardeatinas en Roma en donde están sepultadas 335 personas masacradas por los nazis el 24 de marzo de 1944, el Papa Benedicto XVI señaló que urge decir sí al bien y no al mal para vivir como hijos de Dios.

Según informa Radio Vaticana, en su visita tras la invitación de la "Asociación Nacional de las Familias Italianas de los Mártires caídos por la libertad de la Patria", el Papa citó unas palabras escritas en una pared de una celda de tortura escritas por un desconocido: "Creo en Dios y en Italia, creo en la resurrección de los mártires y de los héroes, creo en el renacer de la patria y en la libertad del pueblo".

Esta cita, dijo, "demuestra que el espíritu humano queda libre aun en las condiciones más duras" y "afirma la primacía de la fe, como manantial de confianza y esperanza para esta nación y su futuro".

El Santo Padre resaltó que "lo que ocurrió aquí el 24 de marzo de 1944 es una ofensa gravísima a Dios, porque es violencia deliberada del hombre contra el hombre. Es el efecto más execrable de la guerra, de toda guerra, mientras que Dios es vida, paz y comunión".

"Como mis predecesores, vengo aquí a rezar y renovar la memoria. A invocar la divina Misericordia, la única que puede colmar los vacíos, las vorágines abiertas por los hombres cuando, empujados por la ciega violencia, reniegan su dignidad de hijos de Dios y hermanos entre ellos. Yo también, como Obispo de Roma, ciudad consagrada por la sangre de los mártires del Evangelio del Amor, vengo a rendir homenaje a estos hermanos, asesinados a poca distancia de las antiguas catacumba".

Seguidamente el Santo Padre afirmó que "otro testimonio que me impactó es el que se encontró justo aquí, en las Fosas Ardeatinas. Una hoja de papel en la que un caído escribió: Dios mío Padre grande, te rogamos que puedas proteger a los judíos de las bárbaras persecuciones. 1 Padre Nuestro, 10 Ave Marías, 1 Gloria al Padre'".

"En aquel momento tan trágico e inhumano, en el corazón de esa persona surgió la invocación más alta: Dios mío Padre grande ¡Padre de todos!"

"En el nombre Padre está la garantía segura de la esperanza, la posibilidad de un futuro distinto, libre de odios y venganzas, un futuro de libertad y de fraternidad, para Roma, Italia, Europa, el mundo. Sí, por doquier, en cada continente, a cualquier pueblo pertenezca, el hombre es hijo de aquel Padre que está en los cielos. Es hermano de todos en humanidad. Pero ser hijo y hermano no es algo descontado. Lo demuestran, lamentablemente, también las Fosas Ardeatinas".

"Hay que quererlo, hay que decir 'sí' al bien y 'no' al mal. Hay que creer en el Dios del amor y de la vida. Y rechazar toda otra falsa imagen divina, que traiciona su santo Nombre y, por tanto, traiciona al hombre, hecho a su imagen".

Finalmente el Papa indicó que "en este lugar, doloroso memorial del mal más horrendo, la respuesta más verdadera es la de tomarse de la mano, como hermanos y decir: Padre nuestro, nosotros creemos en Ti y con la fuerza de tu amor queremos caminar juntos, en paz, en Roma, en Italia, en Europa y en el mundo entero. Amén".

Después de un homenaje floral ante la lápida que recuerda la matanza, el Santo Padre entró al Sagrario y de rodillas se detuvo en oración ante las tumbas. Luego el Rabino Jefe de Roma rezó en hebreo el Salmo 129 "De profundis" y el Papa el Salmo 23, "El Buen Pastor", así como la siguiente oración:

"Oh Dios, Padre misericordioso, te agradecemos por habernos donado a tu Hijo Jesús, Pastor Bueno, que dio su vida por nosotros.
Con su muerte y resurrección Él nos liberó de la esclavitud del pecado y nos abrió el pasaje a la vida eterna.
Te rogamos por nuestros hermanos que en este lugar fueron asesinados sin piedad:
Concédeles que gocen por siempre de la luz y la paz de tu Reino.
Te lo rogamos por Cristo nuestro Señor.
Amén".

Al concluir su visita el Papa firmó en el Libro de visitas y escribió en latín "Ningún mal temeré, pues estás Tú junto a mí", frase tomada del Salmo 23. Benedicto XVI es el tercer Papa que visita las Fosas Ardeatinas. El Siervo de Dios Pablo VI estuvo el 12 de septiembre de1965 y el Venerable Juan Pablo II el 21 marzo de 1982.

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