lunes, 18 de abril de 2011

Niños de colegios católicos, «escudos humanos» de activistas


por Susan Yoshihara, Ph.D.

15 de abril (C-FAM) – Con sus uniformes azules, grises y blancos, los niños de la St. Raphael Academy revestían la oscura y larga mesa del salón de audiencias. Una hilera de micrófonos los separaba de los dos bancos con sonrientes legisladores estatales, más arriba.


Los alumnos querían que su estado emitiera una resolución que instara al presidente Obama a que se «adoptara en su totalidad» la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño.

«Si se promulga, la [convención] sería superior a las leyes de los estados y sus sistemas judiciales, y estaría subordinada sólo al texto de la Constitución», afirmaba la resolución propuesta.

Durante años, los promotores de los derechos del niño hicieron campaña para lograr que Estados Unidos se integrara al polémico tratado sobre los derechos de la infancia. El único país que también se resiste es Somalía, el cual recientemente anunció su intención de unirse al acuerdo.

Se suponía que la audiencia, celebrada tan sólo semanas atrás en Providence, Rhode Island, sería una mera formalidad. Los legisladores estatales estaban ansiosos por ayudar a los niños. El Senado del Estado añadió con prisa su propia audiencia esa misma noche para recibirlos. La escuela ya había acordado sesiones fotográficas con legisladores nacionales en Washington para capturar el momento en el que los alumnos entregaran su premio.

Las cosas no salieron como los maestros pensaban.

En un giro imprevisto e incómodo que enfrentó a defensores de la vida y la familia con los alumnos, los legisladores escucharon una gran cantidad de razones por las que la ratificación de Estados Unidos representaba una amenaza a la libertad religiosa, a los derechos de los padres y al derecho a la vida.

La tensión aumentó porque se dijo en los pasillos que el Vaticano respaldaba la resolución. La capellana laica del colegio atestiguó que esta había sido lanzada durante una reunión conjunta en las Naciones Unidas el año pasado, que tuvo por anfitriones a la Santa Sede y a la orden encargada de la St. Raphael Academy.

Fuentes de la Santa Sede consultadas por Friday Fax dijeron que ella no avaló la resolución. Aunque la escuela no lo mencionó, la Santa Sede aceptó el tratado con múltiples reservas, y precisamente el año pasado recriminó al comité que supervisa el tratado por malinterpretarlo.

En 2009, ese comité comenzó a interpretar el tratado de modo que afirma que los niños deben acceder «sin consentimiento de los padres» a «servicios o enseñanza sobre salud reproductiva», término que con frecuencia utiliza el personal de la ONU para incluir el aborto.

Barth Bracy dijo a los legisladores que, si es ratificado, el tratado podría poner en peligro las leyes de notificación a los padres respecto del aborto. El director de Rhode Island Right to Life dijo a Friday Fax que se estaba impactado y entristecido por ver a los alumnos promocionar el tratado desconociendo absolutamente sus ramificaciones. «Exactamente como Gaddafi, parece que algunos activistas están dispuestos a usar a nuestros niños como escudos humanos para promover la agenda anti-vida».

Ni la resolución de la cámara de representantes ni la del senado fueron aprobadas en la legislatura estatal. Friday Fax habló con la capellana laica del campus escolar, pero tanto ella como el director se rehusaron a hacer comentarios.

Esta semana, otra resolución siguió su rumbo en la legislatura de Illinois. Si es promulgada, hará que todos los programas de bienestar infantil se ajusten a la convención independientemente de la ratificación estadounidense. La votación está programada para fines de esta semana.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano

Publicado originalmente en http://www.c-fam.org/publications/id.1828/pub_detail.asp

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