jueves, 20 de octubre de 2011

Duhalde opina sobre los presos políticos y la situación militar

Por Carlos Manuel Acuña
Entrevista exclusiva con el candidato presidencial, que analizó el problema, la indefensión del país y la crisis por el manejo político de los derechos humanos, la aplicación retroactiva de leyes, la anulación de indultos y el abuso de la figura del delito de lesa humanidad.
El ex presidente de la República, ex gobernador de Buenos Aires y hoy candidato por la Unión Popular respondió a las preguntas que consignamos a continuación, que tratan éstas y otras cuestiones puntuales del escenario político e institucional del país. Duhalde lo hizo con alcance periodístico y en mi carácter de miembro del Centro Coordinador de VOTARUN, que planteó estas cuestiones a todos los candidatos presidenciales. No todos respondieron y, con la excepción que hoy nos ocupa, las respuestas fueron confusas, contradictorias o indefinidas. Las contestaciones específicas fueron las siguientes:
C.M.A.: Doctor Duhalde, ¿Cómo ve usted la problemática de la Defensa nacional en el momento actual?
E.D.: Tal como lo he venido diciendo en forma reiterada, el gobierno actual y su antecesor han descuidado esta área y peor aún, a través de una acción sistemática en detrimento de las Fuerzas Armadas, han desarticulado el aparato de Defensa del mismo modo que ahora están afectando seriamente la estructura de la seguridad.
C.M.A.: ¿Cuál sería su propuesta para modificar el panorama que plantea?
E.D.: En primer lugar, hay que actualizar el Presupuesto de Defensa, que en este momento se ubica porcentualmente entre los más bajos del mundo, a pesar de que la Argentina necesita proteger y controlar enormes espacios terrestres, marítimos y aéreos, dotados de recursos naturales que son codiciados en forma creciente. Eso permitiría recuperar los medios materiales para la defensa, pagar sueldos dignos y acordes para el personal en actividad y en retiro y permitir un adiestramiento al nivel que nuestras fuerzas armadas son capaces de alcanzar.
También se requiere adecuar la legislación para permitir el valioso aporte de las fuerzas armadas para enfrentar las nuevas amenazas provenientes del terrorismo, el narcotráfico, la narcoguerrilla y el crimen internacionalmente organizado. Nuestros hombres de armas ya han demostrado largamente su compromiso con la democracia y su integración con la sociedad, de modo que no hay motivo ni excusa para mantener la peligrosa política de desprestigio y hostigamiento hacia nuestras fuerzas armadas que el actual gobierno viene llevando a cabo sistemáticamente.
C.M.A.: ¿Ese hostigamiento incluye a los detenidos con la figura de delitos de lesa humanidad que se consideran a sí mismos “presos políticos”?
E.D. Con referencia a ese tema siempre hemos defendido la acción de la justicia. Pero una justicia que sea transparente, imparcial y capaz de interpretar toda la problemática y juzgar a la totalidad de sus protagonistas. Hoy consideramos que se ha afectado el orden jurídico con la aplicación de leyes en forma retroactiva, la anulación parcial de indultos y el uso abusivo de la figura del delito de lesa humanidad, incorporada recientemente con posterioridad a los hechos que se juzgan y con la que ya se ha pretendido perseguir también a empresas y jueces que desagradan al gobierno.
Claramente no se busca justicia sino venganza. Un tema de gran relevancia, como es la cuestión de los derechos humanos, se ha convertido en una bandera política y una fuente de enriquecimiento de algunos aprovechados que lo han manchado con imperdonables acciones de corrupción.
De llegar nuevamente a la presidencia, uno de mis objetivos será alcanzar la pacificación definitiva y justa de todos los argentinos, para terminar con este ciclo interminable de persecuciones que nos dificulta nuestra verdadera tarea, que es mirar hacia adelante para alcanzar el futuro que queremos y al que tenemos que hacernos merecedores. Para ello necesitamos fuerzas armadas, de seguridad y policiales provistas de los medios espirituales y materiales que su labor requiere y que cuenten con el apoyo político para poder desarrollar digna y eficazmente su función.

Fuente: Informador Público (18/10/11)

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