lunes, 14 de mayo de 2012

Buena letra para la reforma tributaria.


Por: Darío H. Schueri (desde Santa Fe).   El gobierno provincial ya tiene su Ley de Letras. “La paciencia es la madre de la ciencia”, reza el fraseario popular. Inculcada a sus funcionarios por el Gobernador Antonio Bonfatti es llevada a la práctica con los interlocutores parlamentarios peronistas por el flemático jefe de gabinete Rubén Galassi,
que tiene la apostólica misión de agotar las glándulas salivares hasta conseguir los acuerdos necesarios con el peronismo para conseguir las leyes claves que el Frente necesita para gobernar.

El segundo paso, que no irá por camino asfaltado, sino más bien pedregoso, es la reforma tributaria. Aquí Galassi necesita del necesario acompañamiento técnico de Economía; sin alter egos superadores. Los cuadros que exhiben los funcionarios del API Beccari y Raffín son didácticos. Hay que acompañarlos con la adecuada pedagogía comunicacional de la que, según la oposición, suele hacer gala el socialismo. La Ley de Letras, (autorización al Poder Ejecutivo para emitir Letras ó Pagarés por 556 millones de pesos) que al decir del implacable diputado obeidista Mario Lacava en su discurso “no debería “prima facie” recibir mayores cuestionamientos - pero se abstuvo de votarla- en la medida en que se constituya efectivamente en una herramienta de financiamiento para superar problemas financieros transitorios, estacionales o excepcionales, y se garantice su devolución dentro del ejercicio”, sirvió mas que nada para ensayar actitudes más o menos críticas a la hora de los discursos taquigráficos. La realidad nacional imponía el voto favorable; la mayoría de las Provincias tiene sus cuentas públicas como el familiar juego de naipes chinchón: menos diez. La reforma tributaria forma parte de la columna vertebral, no solo recaudatoria (el gobierno piensa hacerse de unos mil quinientos millones de pesos extras de los cuales un tercio ira a municipios y comunas), sino que producirá un profundo y definitivo corte político ideológico en la línea visectriz de la matriz tributaria de los últimos 20 años, trocando una “estructura tributaria regresiva (aportan más al fisco los que menos tienen) diseñada por las administraciones estatales de los ’90 en Santa Fe, cuando el ideario neoliberal motorizaba las políticas de Estado, por una más progresiva”, al decir del colega periodista Luis Moro. En su ensayo, Moro pone como ejemplo el Impuesto sobre los Ingresos Brutos (que capta una manifestación indirecta de capacidad contributiva) que en el 2011 significó el 71% de la recaudación provincial. En esa línea de pensamiento se enmarca el kirchnerista secretario general de la Federación de Sindicatos Municipales – FESTRAM – Claudio Leoni, quien coincide con el titular de la CGT Santa Fe Alberto Cejas (que al final de su mandato como diputado provincial había elaborado un proyecto al respecto, acompañado por el hoy presidente de la Cámara Luis Rubeo) en repudiar la política de asistencia a unas cien firmas multinacionales y grupos económicos que no pagan ingresos brutos en la Provincia de Santa Fe, que según Leoni alcanzan la friolera de “aproximadamente los 2.900 millones de pesos, que terminan mandando a sus centrales en el exterior y dejan a la Provincia sin recursos”. ¿Cuál será el eje político de la discusión por la reforma tributaria?. El obeidismo y el perottismo ya definieron que la actualización tributaria formará parte del discurso proselitista con miras al 2015. Y lo centrarán en la “fiesta socialista”, ilustrada figurativamente por el diputado nacional Omar Perotti en el supuesto de los tres gabinetes de Bonfatti: el joven, el de Binner y el propio. Mario Lacava apela al revisionismo de las bondades de la gestión Obeid que “hizo obras sin aumentar ningún impuesto”, y una política conservadora en la utilización de los recursos (puesta en tela de juicio por el socialismo) además de coincidir con Perotti en el sobredimensionamiento del funcionamiento del Estado, que el gobierno asegura estar en condiciones no solo de explicar, sino de refutar con cifras al canto. Por lo pronto, el Ministro de Gobierno y Reforma del Estado Rubén Galassi relativizó las críticas que hacen desde el PJ sobre el nivel del gasto público, negando que haya atrasos en el pago de los salarios (de hecho no lo hay); atribuyendo a la mala intención o ignorancia las versiones sobre una futura emisión de bonos. Galassi aseguró que la deuda de la Provincia es “absolutamente manejable”, y que todos los proyectos que están en marcha “continuarán en su camino a la concreción”. El Jefe de Gabinete defendió la emisión de Letras contraatacando: “la Nación acaba de tomar 12.800 millones de pesos de un préstamo del Banco Nación, y también tomó del Banco Central más de 5.000 millones de dólares para hacer frente a compromisos externos”. De paso, cañazo para el PRO que en Capital Federal “pudieron emitir Letras del Tesoro sin ningún problema mientras que en Santa Fe el mismo partido niega esa herramienta financiera al Estado santafesino”. 
 2013: escala obligada para el 2015.
 El gobernador bonaerense Daniel Scioli admitió sus "aspiraciones presidenciales" para el 2015, pero aclaró que si se logra una reforma de la Constitución Nacional avalará la eventual postulación de la presidenta Cristina Fernández para un tercer mandato consecutivo. El ex Jefe de Gabinete y actual senador nacional Aníbal Fernández con la sutileza que lo caracteriza dijo hace un par de semanas que “Miguel del Sel (el candidato de Macri a diputado nacional el año que viene) es un ser despreciable, un tipo de mierda”, al recordar que Del Sel había dicho que las mujeres se embarazan para cobrar la Asignación Universal, citando a un director de Hospital del Norte santafesino. Mario Lacava y Alejandra Obeid desde sus bancas de la Cámara de Diputados se esfuerzan por rescatar la gestión del dos veces Gobernador (utilizando como estilete las administraciones socialistas) para mantenerlo vigente (mientras el ingeniero recorre la Provincia) para, encuestas mediante, explorar la posibilidad de puntear alguna lista peronista (¿la de Scioli ó Cristina?) de diputados nacionales. Agustín Rossi termina su mandato de diputado nacional en el 2013 y difícilmente quiera estar a tiro de decreto en el Poder Ejecutivo. También culmina su mandato Celia Arena, hoy armando su propio espacio junto al diputado provincial Héctor Acuña y el concejal santafesino Ignacio Martínez Kerz. Hermes Binner y Mario Barletta pintan como el binomio ideal para la lista frentista; aunque las proyecciones nacionales de ambos jefes políticos puedan mezclar los colores y matices arruinando la pintura. Buena letra no solo para la reforma tributaria; sino para avanzar hacia el 2015.  

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