domingo, 27 de mayo de 2012

El colonialismo del Gobierno kirchnerista



Hace 202 años se emprendió el camino para dejar de ser colonia. El kirchnerismo va en sentido opuesto. Moneda, Fuerzas Armadas y recursos naturales: una radiografía de la entrega K.

Hace 202 años, el 25 de mayo de 1810, un grupo de personas -militares, comerciantes, ciudadanos en general- se reunieron dentro y fuera del Cabildo para manifestar su firme decisión de dejar de ser colonia, y actuar en consecuencia. Fue el comienzo del proceso independentista que culminó en 1816. Lamentablemente, en las últimas dos décadas, primero con el menemismo y de forma hasta más pronunciada con el kirchnerismo, se fue en el sentido contrario al camino emprendido por aquellos próceres. La Argentina del siglo XXI, en muchos aspectos, se convirtió en un país colonial que no tiene moneda ni fuerzas armadas, y cuyos recursos naturales son permanentemente saqueados por trasnacionales que son socias del poder político. Uno de los pilares de cualquier nación es contar con una moneda fuerte, que garantice ser una reserva de valor. La realidad es que el Gobierno nacional, que jamás tuvo un plan estratégico para desarrollar un sistema productivo y hacer parir una burguesía nacional como la que existe en Brasil, llevó a que actualmente el peso sea poco más que un mero cartón pintado. Cada día que pasa, la moneda argentina vale cada vez menos y ello lleva a que, de forma masiva, la población se esté haciendo de dólares en el mercado marginal, tratando de protegerse así de las nefastas consecuencias que podría tener aparejada la recesión económica que se viene registrando en el país. La razón que llevó al Gobierno a poner un cepo para adquirir dólares se debe a lo que es otra característica de un país colonial. Concretamente, el kirchnerismo busca alimentar una caja para cumplir, en tiempo y forma, con los vencimientos de la deuda externa que se avecinan. Es decir, cumplir con el estatus de país colonizado, totalmente entregado a los fondos buitres y bancos internacionales que obtienen ganancias multimillonarias. Se trata de una deuda absolutamente fraudulenta, adquirida en gran parte por la última dictadura militar que, luego de sucesivos artilugios y negociados, se incrementó de forma sideral, beneficiando exclusivamente a bancos y fondos buitres. Los Kirchner, cuya historia familiar está estrechamente ligada a la usura y la especulación, fueron alumnos aplicados de la metrópoli financiera ya que, durante sus 9 años de gobierno, ni siquiera realizaron una auditoría para determinar la legalidad de que se está pagando, y los bancos se ubican al tope del ranking de las ganancias. Es más, de forma unilateral, en el año 2005 Kirchner resolvió -sin que nadie se lo exigiera- pagar al contado, y en efectivo, 10 mil millones de dólares para cancelar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un hecho que seguramente llevó a que más de un directivo del organismo multilateral considerara poner un cuadro con la imagen de Néstor y Cristina en la sede central que posee el Fondo en Washington. Este año los pagos de intereses en moneda extranjera de la deuda pública se llevarán más de US$ 6.000 millones, en especial el pago del cupón PBI y los vencimientos de capital, otros US$ 5.000 millones, siempre y cuando los organismos financieros, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, refinancien la totalidad de los desembolsos, y lo mismo haga el Banco Central, el Banco Nación y la ANSeS. Consecuencias de la extranjerización “Gran parte de los 6.000 millones de dólares que se deberán pagar este año por los vencimientos de la deuda pública es consecuencia de la renegociación nefasta que hizo Néstor Kirchner en 2005. A su vez, la crisis del dólar se explica por el importante grado de extranjerización de la economía. Las filiales argentinas de las grandes empresas siguen generando las utilidades a las casas matrices, y el gobierno sólo ha optado por solicitar, como si fuese un pedido de favor, que reinviertan en el país”, afirmó a Hoy el ex diputado nacional Mario Cafiero, quien desde hace años viene estudiando y denunciando los negociados que se tejieron en las últimas décadas en torno a la deuda pública. Actualmente, la deuda externa argentina es de 140 mil millones de dólares. El saqueo de la megaminería Una de las características del período colonial en Sudamérica fue la extracción de oro y plata instrumentada por España, que, mediante el trabajo forzoso, llevó a cabo un fenomenal saqueo de los recursos naturales del continente. Pareciera que el Gobierno kirchnerista se identificara con ese modelo. Por eso colmó de beneficios a multinacionales mineras, como la Barrick Gold, que actualmente se lleva grandes cantidades de oro, le deja poco y nada al fisco nacional, y utiliza métodos de extracción que están contaminando con cianuro algunas de las reservas de agua dulce más importantes del mundo, que se encuentran en nuestro país. Bajo el régimen actual, una vez extraídos, el oro y la plata son enviados al exterior, ya que no hay mercado interno. Si a esto le sumamos que el oro y la plata no sufren retenciones a la exportación (como la lana, la carne, el petróleo, etc.), sería oportuno preguntarse si realmente exportamos o en verdad regalamos nuestros minerales. Para colmo de males, la ley minera permite que estas empresas giren al exterior el 100% de su capital o de sus ganancias en el momento que crean conveniente, y sin tener que pagar impuesto alguno. A su vez, la ley argentina permite a las mineras la deducción del 100% del impuesto a las Ganancias en montos invertidos en prospección y exploración, y exención total del impuesto a los activos, del pago de aranceles y tasas estadísticas para la importación de equipos y herramientas. Las empresas, además, no pagan un centavo por la utilización de enormes cantidades de agua cruda. Y tampoco pagan un centavo de impuesto sobre los combustibles, cuando utiliza millones de litros y en momentos en que el 40% del precio del gasoil en el mercado interno, que pagan los automovilistas en cualquier estación de servicio, está constituido por impuestos. Para muestra, basta un botón. La mina Bajo La Alumbrera, en Catamarca, gasta 100 millones de litros de agua por día y consume el 80% de la energía generada por El Chocón y el 25% de la consumida por todo el NOA, que abarca las provincias de Catamarca, La Rioja, Tucumán, Salta, Jujuy, y Santiago del Estero. A pesar de que la empresa declara sólo extraer oro y cobre, se comprobó que transportaba 46 tipos de minerales distintos. Esta mina produce anualmente 180 mil toneladas de cobre y 600 mil onzas troy de oro, las que le dejan en limpio 680 millones de dólares anuales. Se calcula que en los 20 años que dura la concesión, la mina generará una ganancia de 34.300 millones de dólares. 
 mayo 26, 2012 By Informador Público

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