sábado, 8 de marzo de 2014

Para Roberto Lavagna, la inflación de febrero fue del 5% y anticipa un "escenario semirecesivo".


El economista y ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, advirtió este viernes que "el efecto de la devaluación" que aplicó el Gobierno en enero pasado "es comido por la inflación" y pronosticó que al acabarse esta primavera financiera "la segunda mitad del año va a ser muy compleja".
"Este es un tobogán que comenzó en 2007, ahí estábamos en la parte de arriba. Hoy, en 2014, estamos llegando a la parte de abajo", dijo como ejemplo para explicar la situación en la que se encuentra el país.
"La crisis lamentablemente no terminó, en general en la Argentina hay una tendencia de ver en el cortísimo plazo, pero este proceso comenzó en 2007. Entre 2007 y 2011 hubo una baja de 9% a 4% en el crecimiento y a partir del 2011 bajó a 1,5 por año", explicó el economista.
"Lo que sí se ha atemperado fue una situación aguda en el mercado cambiario, con un programa conservador como el que hubiera recomendado el FMI", destacó pero consideró que uno de los problemas presentes es quién va a pagar el ajuste y las consecuencias de los errores de la política económica del Gobierno. "Solo espero que no sean los trabajadores, los jubilados y las pymes", agregó.
En declaraciones a Radio Mitre, el ex funcionario de Néstor Kirchner ubicó en 5% la inflación de febrero, lo que representa un acumulado en los primeros dos meses del año del orden del 10%. "A nivel oficial ya hay nuevamente una discusión entre los que quieren mantener un índice más o menos creíble y los que quieren volver a la política del engaño".
Para Lavagna, cuando el gobierno habla en principio de aumento de sueldos del orden del 15%, y después los corre al 22%, con una inflación del 35% anual, "el Gobierno está diciendo, sin ser explícito, que serán los trabajadores y los jubilados quienes paguen los errores".
Uno de los factores que le preocupa al economista es el empleo. Aunque señaló que el problema no es de ahora, admitió que en los últimos años "se agravó".
"Hace ya tres años que no se crea empleo en el sector privado. Había indicios fuertes, pero a medida que se acumulan los desordenes y se cae en el nivel de actividad e inversiones, la cosa se agrava y se comienza a hablar de despidos", sostuvo.
Uno de los sectores que según Lavagna está más complicado es el automotriz. "Habrá caída en el nivel de producción, ahí no hay dudas, salvo que haya un cambio fuerte en la política del gobierno", consideró.
"Si bien la devaluación podría haber beneficiado a algunos sectores, en realidad no lo pueden aprovechar porque no tienen horizonte. El Gobierno viene indicando que va a tratar de mantener el valor del dólar en 8% y una inflación promedio del 3% en los próximos meses, pero ese efecto de la devaluación es comido por la inflación y en consecuencia no tiene horizonte como para hacer ofertas y salir a competir en los mercados".
Lavagna pronosticó "una segunda mitad del año muy compleja" con "un panorama semirecesivo". Encendió así la alarma también por los costos de las industrias. "La inflación anual de los precios mayoristas está en el orden del 47%. A este ritmo se les anula la devaluación de enero y en consecuencia, pasado el tiempo del ingreso de dólares de la cosecha, entre otras cosas, vuelve a aparecer una presión muy fuerte como la que vivimos hasta ahora".
Recordó que el freno de la corrida cambiaria que se produjo a fin de enero "tuvo más que ver con el Banco Central que con (el ministro de Economía, Axel) Kicillof" y criticó esta situación al sostener que "no es el BCRA el que debe hacer la política económica".
"Los banqueros prácticamente han estado golpeando la puerta para prestar plata, unos u$s10.000 millones de dólares que a nivel mundial es nada. Y eso es porque las tasas que Argentina está pagando son las más altas del mundo, el doble de lo que pide Bolivia. Pero antes de prestarles les piden que hagan un poco de cosmética", explicó.
Para el ex ministro kirchnerista hay un claro mensaje de contracción económica, el problema está en ver qué medidas aplica el gobierno nacional para sortearlos. "El tema es quién va a pagar el ajuste: ¿son los salarios o hay otros recursos a los que se pueden recurrir?" se preguntó.
Lavagna consideró que "falsear las estadísticas de crecimiento" es una opción. "Es posible que el país tenga que pagar unos 3.5 millones de dólares por el cupón del crecimiento; todas las consultoras coinciden que en 2013 no se llegó al límite legal como para hacer ese pago. El Gobierno ignora esto, porque necesita decir que se ha crecido y se va a terminar pagando a quien no se debe pagar".

 iProfesional (7/3/14)

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