sábado, 17 de enero de 2015

El juez federal Canicoba Corral y el fiscal federal Nisman.


por Guillermo Tiscornia

El juez federal doctor Rodolfo Canicoba Corral salió públicamente a descalificar la actividad jurisdiccional del fiscal federal doctor Alberto Nisman, por el solo hecho de haber cumplido con un imperativo legal (arts.174, 177 Código Procesal Penal de la Nación).
Esto es, por haber denunciado la presunta comisión de una actividad criminal que podría involucrar, de comprobarse, a la primera mandataria federal, al señor canciller, y a operadores políticos de indisimulable cercanía con la comarca presidencial, a cuyo conocimiento el fiscal federal accedió en ocasión y con motivo de sus específicas funciones.
Acusó falsamente al fiscal federal de violar la ley en el ejercicio de sus específicas funciones; le imputó haberle escamoteado el contenido del expediente judicial cuando la pesquisa se encontraba expresamente delegada en cabeza del propio fiscal por decisión del mismo señor juez federal; lo acusó, además, como si fuera poco de ser conducido por los servicios de inteligencia, en especial, por el ex agente Jaime Stiusso.
Y lo dicho viene a cuento porque si a algún desmemoriado se le escapó la tortuga, vale recordar que el doctor Canicoba Corral viene desempeñándose como juez federal desde el año 1993 (gestión menemista), y durante más de dos décadas el propio doctor Canicoba Corral le hubo confiado tantísimas investigaciones y averiguaciones al mismo servicio de inteligencia argentino que ahora critica; y también, se sabe, en los corrillos tribunalicios que el mismo Canicoba Corral durante años se encargó en los pasillos de tribunales de elogiar las aptitudes profesionales del ahora ex agente Stiusso (personaje fuertemente criticado desde varios sectores de la administración judicial a lo largo de estos largos años).
Y es un secreto a voces que el doctor Canicoba Corral juega en esta puntual emergencia a favor de la postura de la facción oficialista, por cuanto su hijo Emiliano Canicoba Corral aguarda por la próxima sesión de la Comisión de Acuerdos del Senado, la que, con la mayoría parlamentaria oficialista, seguramente, y por cierto con beneplácito, dará luz verde para que el joven Emiliano Canicoba Corra se convierta en juez federal de San Martín.  
Así de simple y así de claro; y de otra banda cabrá agregar que a la jueza federal porteña (de feria) doctora Servini (dicho sea de paso con mucha cintura política, por algo es jueza con competencia lectoral y tiene apoltronada una vasta experiencia en menesteres que rozan con la política) no le agrada “comprarse” problemas ajenos; hizo en este caso la consabida “verónica”, y descartó, en escuálida y errática decisión (la que no supera en extensión una carilla), habilitar el feriado judicial; ¿las razones? Muy fácil: que no existían evidencias en cuanto a que D’Elía, Esteche y el doctor Yrimia pudieran eludir la acción de la justicia o bien darse a la fuga.
¿Tuvo tiempo, acaso, la doctora Servini de Cubría de estudiar en menos de veinticuatro horas el extenso dictamen producido por el señor fiscal federal doctor Nisman para evaluar sin convergían, o no, razones fundadas para disponer la habilitación del feriado judicial?, pareciera que no, sobre todo conociendo el apego a una gestión judicial burocratizada, donde el principio rector que guía a la administración de justicia en el Tribunal que conduce la misma Servini de Cubría es el atraso permanente en los trámites de los expedientes y la eternización de las definiciones judiciales; igual que en el caso del Juzgado a cargo del doctor Canicoba Corral, un verdadero monumento al desastre en materia de gestión judicial, donde los expedientes judiciales duermen, por lo general, el sueño de los justos.
Y para cerrar este comentario viene al caso referir que existen los artefactos electrodomésticos de uso indispensable en todo juzgado federal; por un lado, un enorme “freezer” a donde van a dar todas las denuncias formuladas contra funcionarios públicos; y por el otro un pequeño” horno microondas”, de uso selectivo tan sólo cuando la coyuntura política así lo aconseja.

Guillermo J. Tiscornia (Ex juez en lo Penal Económico)

 Informador Público (enero 17, 2015)

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