sábado, 19 de marzo de 2016

Marco Rubio, un católico hacia la Casa Blanca.


"Una emoción misteriosa y profunda me trajo de vuelta a la Iglesia", confiesa el candidato, de origen cubano.
 por Arthur Herlin

¿Quién es ese candidato que llega en tercer lugar –codo con codo con Donald Trump– en las primarias republicanas en Iowa? Se trata del joven senador Marco Rubio, de origen cubano y de sentir profundamente religioso, que ha reunido el 23% de los votos, situándose justo detrás del efervescente multimillonario (24%) y del plácido senador Ted Cruz (27%).
Este católico convencido, un hombre político de 44 años, lleva mucho tiempo buscándose a sí mismo.
Bautizado en el catolicismo apostólico y romano, se “convirtió” a la fe mormona a través de su familia a la edad de 8 años después de mudarse a Las Vegas.
Con tan sólo 11 años, una misa de Pascua celebrada por el papa Juan Pablo II y retransmitida por televisión le hace recordar su primer bautismo.
Los años pasan, pero a los 30 años, insatisfecho, se adentra a descubrir la Iglesia baptista. Un periodo de corta duración, puesto que tres años más tarde se reintegra una última vez en la fe de la Iglesia católica latina.
Practicar y comprender la liturgia católica
Es un amigo suyo quien, en 2005, le convence de la riqueza de la tradición católica. Entonces le recomienda la lectura de los best sellers de Scott Hahn, un famoso converso del protestantismo americano.
“Una emoción misteriosa y profunda me trajo de vuelta a la Iglesia“, confiesa el candidato a la Casa Blanca. La magia realizó su obra y, desde entonces, Rubio no ha faltado a ninguna de sus misas diarias y ha seguido manteniendo su suscripción a la revista Magnificat.
“Los desafíos de la doctrina de la Iglesia y su tradición sagrada me inspiraron no sólo para practicarla, sino también para comprender la liturgia católica”, declara de buen grado.
“Dios es una auténtica fuerza de Amor”
Desde entonces, su fe se desarrollará y se manifestará incluso en su vida política. “Dios es real. Dios es real”, reitera durante su discurso de despedida en la Cámara de Representantes de Florida en 2008.
“No me importa lo que los tribunales de todo el país digan. Me dan igual las leyes que votamos. Dios es real”, dice con entusiasmo ante un auditorio atónito. “Dios no es ningún tipo anciano de larga barba blanca que va rondando por todas las partes del mundo y que es bueno de vez en cuando con nosotros. Dios es una auténtica fuerza de Amor”.
El ecumenismo vivido en familia
Su esposa también vivió un impresionante regreso a la fe cristiana. Esta ex-animadora de los famosos Miami Dolphins (el equipo de fútbol americano de la capital de Florida) experimentó el despertar de su fe en Cristo durante una sencilla ceremonia evangélica, donde escuchó un mensaje que le pareció “accesible y contemporáneo”.
Sin embargo, la pareja Rubio asegura que esta diferencia de confesiones no supone ningún problema para su relación. Todos los domingos, para satisfacer a todo el mundo, los cónyuges acompañados de sus cuatro hijos bautizados en la fe católica van primero a la iglesia y luego, al templo.

Aleteia (8 FEBRERO, 2016)

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